La política de clúster inició en Brasil en 2002. Entre 2004 y 2011 hubo un terreno fértil para el surgimiento y crecimiento de iniciativas de este tipo. Sin embargo, en la actualidad no se han visto avances significativos debido a la falta de apoyo gubernamental. En entrevista con la Red Cluster Colombia, Carlos Tarrasón, fundador y socio principal de Cluster Consulting, señaló los aprendizajes que ha dejado esta experiencia y brindó algunas recomendaciones para los demás países de Latinoamérica.

En cuanto a generación de empleo, expansión de mercados, crecimiento de la producción y formación de capital humano, el clúster de cultivo de frutas en Jaíba, el de calzado en Nova Serrana, ambos en el estado de Minas Gerais, y el clúster de software de Curitiba en Paraná, son buenos ejemplos de lo que ha representado este tipo de iniciativas para el desarrollo económico en Brasil.


“Lo que se observa actualmente es una continuación de la política que se manejó hasta el 2018. Los clústeres fortalecieron su organización colectiva y su visión estratégica, generando beneficios para las empresas. Ahora están enfocados en mejorar su competitividad a través de proyectos orientados a la internacionalización y a la innovación”, afirmó Tarrasón.

En su opinión, para que vuelva a configurarse un trabajo en torno a las iniciativas clúster en Brasil se necesita un nuevo gobierno que priorice la construcción de políticas de desarrollo económico e innovación, las cuales requieren un énfasis más fuerte hacia los empresarios, las cadenas de valor y los diferentes sectores.

“Como cualquier política, es importante mantenerla en el tiempo y mejorarla cada 4 o 5 años de acuerdo con los aprendizajes que se tengan y con los avances que se presenten en otras regiones del mundo, lo que permitirá incorporar mayores elementos y buenas prácticas. Esto lo deben hacer todos los países de Latinoamérica que trabajen este tema”, indicó Tarrasón.

En otras palabras, lo que se requiere es construir sobre lo construido para que las iniciativas clúster logren avances significativos y puedan potenciar, por ejemplo, los apoyos brindados por entidades como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo.

Sin embargo, para Tarrasón lo más importante es “contar con proyectos bien estructurados a largo plazo para que puedan continuar en el tiempo una vez termine la financiación”. También recomienda descentralizar los programas destinados al fortalecimiento de clústeres para que los beneficios se vean por igual en todos los territorios de un determinado país.

Desafíos para Colombia

En cuanto al trabajo que se ha realizado en Colombia en materia de clústeres, Tarrasón destaca el impulso que el país ha tenido por conocer lo que se está haciendo en otras regiones del mundo con respecto a políticas de desarrollo y por poner en práctica nuevos modelos y conceptos para mejorar la competitividad.

“Los colombianos se han tomado muy en serio esta tarea y lo han intentado hacer de la mejor manera posible. Hay una fuerte motivación por obtener cambios económicos. Además, se han interesado por contar qué es un clúster, cómo funciona y cuales son sus beneficios, y compartir tanto los retos como los aprendizajes. Esta tarea de capacitación es importante para avanzar más rápido y muy pocos países la realizan”, señaló Tarrasón.

Reconoció que a Colombia le falta promover clústeres en sectores avanzados relacionados con tecnología, salud, sostenibilidad, medio ambiente, ciudades inteligentes y TIC, y fomentar su descentralización a lo largo del territorio nacional, para evitar que se concentren en algunas regiones.

De acuerdo con Tarrasón, los esfuerzos deben estar orientados a conseguir más resultados para los empresarios, mediante una política que se mantenga en el tiempo con un impulso constante y que sirva para estimular la internacionalización, la competitividad y la innovación de las iniciativas clúster del país.

Desafíos sobre los cuales hay que tomar acciones concretas, sin perder de vista los cambios en el consumidor y las nuevas tendencias del cliente, como medio para sofisticar productos y servicios, y lograr que una mayor cantidad de empresas puedan incorporarse a estas apuestas de desarrollo productivo.