El Cluster Marítimo y el Cluster de Mantenimiento Competitivo, ambos en la ciudad de Cartagena, le han apostado fuertemente a la sostenibilidad. Tanto así que este tema se ha vuelto transversal a todos sus proyectos, iniciativas y acciones. La clave está en la confianza empresarial.

Lograr que una Iniciativa Cluster sea sostenible no es tarea fácil. En principio, debe tener bien trazados sus objetivos, así como los procesos sistemáticos y estratégicos para cumplirlos. Es fundamental estructurar una agenda de trabajo en la cual diferentes empresas se sientan identificadas para lograr que le apuesten a la misma.

De acuerdo con Carlos Payares, gerente del Cluster Marítimo y del Cluster de Mantenimiento Competitivo de Cartagena, tras realizar un análisis de los actores representativos de la cadena de valor, es necesario identificar las debilidades del sector y las acciones para contrarrestarlas.

“Con base en esta información es posible constituir una hoja de ruta que genere capital social basado en la confianza. En las dos iniciativas de las que hago parte se elaboró un instrumento denominado ‘Documento de gobernanza: roles, reglas y responsabilidades’, que fue construido por las mismas empresas, lo que incide en su eficaz cumplimiento”.

Financiación híbrida
Para que una Iniciativa Cluster sea sostenible en el tiempo también necesita financiación. Una de las opciones más eficaces es alinear sus proyectos con los planes de desarrollo a nivel nacional, distrital o departamental, con los programas de Colombia Productiva e iNNpulsa o con las líneas de intervención para Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) en materia de cooperación internacional.

El reto está en configurar una estrategia para que el cluster no muera una vez se agoten los recursos. Payares recomienda buscar ayuda nacional o internacional que permita financiar los primeros 12 o 18 meses, tiempo en donde los esfuerzos deberán estar concentrados en propiciar la mayor cantidad de utilidades a las empresas.

“A partir de allí, estructurar una gestión de financiación híbrida, en donde realicen aportes económicos tanto las empresas que hacen parte del cluster como los entes territoriales y las cámaras de comercio, sin olvidar el capital producto de las alianzas cooperativas tramitadas por el cluster manager”.

Todo esto debe irradiar desde el primer momento en beneficios para que las empresas sigan motivadas en participar en la Iniciativa Cluster, incluso en los procesos que no demandan recursos, por ejemplo: reuniones de seguimiento, grupos focales o alianzas con los centros de investigación de las universidades.

El paso a la sostenibilidad ambiental y social
Cuando una Iniciativa Cluster empieza a ser sostenible, surge la necesidad de contar con un cluster manager que esté completamente dedicado a promover convenios, alianzas y acuerdos que generen ganancias, facilitando que muchas otras empresas se unan.

“La figura del cluster manager le brinda legitimidad a la gobernanza, teniendo en cuenta que debe rendir cuentas de los recursos ejecutados y de las actividades realizadas, lo que alimenta la confianza de los empresarios”, señala Payares.

Para el experto, justo en el momento en que se resuelven las necesidades apremiantes de la Iniciativa Cluster se puede pensar en cómo favorecer a la sociedad, al ambiente y al entorno que la rodea. Por ejemplo, el Cluster de Mantenimiento Competitivo ya ha desarrollado programas de sostenibilidad ambiental en materia de economía circular, principalmente con empresas metalmecánicas.

El Cluster Marítimo actualmente está liderando un proyecto para diseñar, fabricar y patentar un dispositivo que recoja los plásticos suspendidos en la bahía de Cartagena que luego se reciclarían. “Es así como las Iniciativas Cluster se convierten en vehículos que movilizan el desarrollo socioeconómico del lugar en donde se encuentran”, concluye Payares. 

El caso del Clúster de Mantenimiento Competitivo de Cartagena
Para cumplir con sus objetivos, tiene una hoja de ruta que contempla tres hitos a 10 años con sus respectivos planes de acción. Esto permite reestructurar la estrategia de sostenibilidad e identificar si hay cambios en el entorno.

Pero en sus inicios todo fue muy diferente. Inició operaciones por medio de una financiación de Ecopetrol. Tan pronto se acabaron los recursos, no logró construir una hoja de ruta para posicionarlo, por lo que decayó al año siguiente.

Entonces se hizo una proyección para generar confianza e interés al interior de las unidades productivas y se cambió el modelo. Antes, el cluster era financiado por proyectos (85%) y por la Cámara de Comercio de Cartagena (15%). Se reconfiguró esa proporcionalidad y actualmente el 28% de los recursos se gestiona con las mismas empresas.