Su hoja de ruta nunca se pensó como un discurso público sino como una agenda hacia el futuro trazada por los mismos empresarios. Esta particularidad le ha valido para que el Cluster Café y Cacao de Antioquia lleve ocho años liderando proyectos e iniciativas tendientes a incrementar la competitividad y la productividad del sector.
El primer paso fue analizar las oportunidades de mercado, caracterizar cómo estaba la industria del cacao y del café en su momento e identificar las brechas que se debían cerrar en el departamento.
“Se propició una gran conversación con todos los actores y empresarios del cluster. Fueron ellos mismos quienes definieron los perfiles de los proyectos que podían ayudar a cumplir con este propósito”, recuerda Felipe Castañeda, profesional de Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia.
Las iniciativas siempre se formularon teniendo como base la hoja de ruta, por lo que estaban suficientemente estructuradas cuando empezaron a buscar opciones de financiación. Los recursos llegaron debido al relacionamiento liderado por algunas empresas, aunque el norte nunca dejó de ser el beneficio, en igualdad de condiciones, de toda la comunidad cluster.
Según Castañeda, “las instituciones que hoy están jalonando los proyectos fueron los mismos que ayudaron a elaborarlos, por lo que están plenamente convencidos en sumar esfuerzos y sacarlos adelante”. Los entes de financiación han visto esto como un tejido empresarial comprometido, aspecto determinante para conseguir recursos.
A pesar de los logros obtenidos, la hoja de ruta del Cluster Café y Cacao de Antioquia ha ido evolucionando con el tiempo, debido a que los mercados son cambiantes, así como las tendencias de consumo, las estrategias y las oportunidades de negocio.
“El Cluster de Café no veía importante la línea de sostenibilidad ambiental. Hoy, después de conversar con los actores y de estar en contacto con el mercado, ya se generó una mesa de trabajo enfocada en este tema porque hemos identificado que es un diferenciador”, indica Castañeda.
En este sentido, el experto recomienda creer en la hoja de ruta, debido que cuenta con una “metodología que realmente permite una articulación sana, desinteresada y proactiva de todos los componentes de una cadena de valor en un territorio específico”.
Las iniciativas cluster que hasta ahora están iniciando no deben preocuparse si tienen pocos empresarios participando. “Lo esencial es empezar a trabajar sin perder de visa la hoja de ruta ya que ese norte permitirá tener los resultados esperados. Obviamente hay que crear unas dinámicas para ser juiciosos, rigurosos y disciplinados. A medida que se vea la gestión, muchos más actores se irán vinculando y articulando. Es un tema de persistencia”, concluye Castañeda.
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